Entre los muchos miedos caninos, el aspirador parece ser el más peculiar. Sin embargo, hay una razón bastante buena y válida detrás de dicho miedo.
Concretamente, el ruido es la mayor fuente de esa fobia. Los perros oyen mucho mejor que los humanos y el sonido que produce el aspirador es mucho más fuerte para ellos que para nosotros.
Uno solo puede imaginar lo doloroso que es para ellos cuando ya suena ruidoso para nosotros.
Aparte de eso, la succión añadida que hace el aparato también los asusta, y la mezcla de ambos produce dicho miedo, haciendo que ladren mientras retroceden.
Sin embargo, esto puede ser un problema cuando intentas limpiar tu casa con un perro dentro.
No quieres asustar a tu perro sin razón, pero necesitas limpiar la casa de vez en cuando, ¿qué se puede hacer al respecto?
De hecho, bastantes cosas, cada una de ellas bastante simple, pero cuanto antes comiences, más fácil será para tu perro adaptarse.
1. Sácalo de la habitación mientras aspiras
La cosa más simple que puedes hacer es aspirar una habitación a la vez y asegurarte de que el perro no esté presente en dicha habitación.
No ver el aspirador en acción y tener el ruido amortiguado detrás de una puerta cerrada hará que sea mucho menos probable que se asuste.
Esto es especialmente cierto si traes algunos de sus juguetes favoritos para distraerlo del ruido extraño que escuchará desde la otra habitación.
2. Desensibilízalo a los sonidos del aspirador a una edad temprana
Aunque la edad temprana no es obligatoria y se puede hacer en cualquier etapa de la vida, ciertamente hace que el proceso sea más fácil y rápido.
Este sigue siendo un proceso de varios pasos y debe hacerse lentamente.
Avanzar demasiado rápido solo te hará empezar de nuevo si tu perro de repente parece incómodo alrededor del aspirador nuevamente.
Usa el aspirador en su configuración más baja alrededor de tu perro
El primer paso es empezar con la configuración más suave que el aspirador permita y no mover el aparato demasiado.
Esto ayudará a tu perro a familiarizarse con el ruido que hace a un volumen más aceptable que no lo asuste.
También es bueno usarlo lo más lejos posible del perro para que el ruido sea lo más bajo posible.
Gradualmente, lo irás acercando, pero solo a la distancia donde parezca cómodo con él.
Premia su progreso con golosinas
Si parece receptivo al entrenamiento, asegúrate de proporcionarle algunas golosinas, aquellas que más le gusten.
Después de todo, este es un miedo relativamente grande que intentas que supere, por lo que solo tiene sentido que las mejores golosinas tengan el mejor efecto.
Aumenta gradualmente la potencia del aspirador en incrementos definidos
Al repetir el proceso, verás a tu perro más cómodo con el aspirador al volumen presentado y capacidad de trabajo.
Una vez que parezca indiferente al sonido, aumenta gradualmente la potencia, luego acostúmbralo a ese nivel, repitiendo hasta que esté bien con el funcionamiento a plena capacidad.
Cuando ese paso esté terminado, tu perro debería estar completamente bien contigo aspirando a su alrededor, siempre y cuando no hagas movimientos innecesariamente bruscos con él, lo cual es un hecho.
Repite este proceso con cada nuevo aspirador
En caso de que el viejo se estropee y necesites conseguir uno nuevo que sea un modelo diferente, puedes ver a tu perro ansioso y asustado nuevamente.
Esto es parte del proceso estándar, ya que el nuevo modelo probablemente tenga una forma y un sonido diferentes.
Algunos incluso pueden tener un aroma completamente diferente que puede ser igualmente desagradable para tu amigo peludo.
Si tu perro termina asustado por tu nuevo aspirador, entonces tendrás que hacer el proceso de nuevo.
Aunque no es tedioso, es obligatorio si quieres usarlo en su presencia.
¿Cuáles son algunas de las señales más comunes de que mi perro tiene miedo del aspirador?
Aunque el miedo suele ser una emoción bastante expresiva, hay una serie de indicios que aluden a una expresión de miedo, algunos más obvios, otros menos.
Aquí hay algunos de los más comunes en los perros:
- Expresión rígida, tanto en cuerpo como en cara
- Orejas levantadas en alerta
- Cola entre las piernas
- Bajarse como si estuviera listo para saltar
- Temblar
- Lamerse los labios
- Levantar la pata hacia la fuente del miedo
- Expresión concentrada con el ceño fruncido
- Alternativamente, aparta la mirada de la fuente del miedo
- Boca cerrada herméticamente
- Ladra directamente al aspirador con un tono que sugiere un quejido
- Intenta activamente alejarse de él
- Termina haciendo #1 o #2 debido a una exposición prolongada a la fuente del miedo
- Simplemente se queda congelado en su lugar
- Comienza a deambular ansiosamente u otras actividades similares.
Si ves estas señales en cualquier combinación mientras el aspirador está encendido, sabe que la causa probablemente sea el mismo y que deberías detenerlo antes de que ocurran más problemas.
En conclusión
Los perros, aunque en su mayoría valientes, todavía tienen miedo de ciertas cosas. Una constante de estas es el aspirador.
Claro, algunos perros son menos adversos a él que otros, pero el hecho es que es un miedo persistente en todas las razas de perros.
Puede plantearte un desafío inicialmente, pero es relativamente fácil de superar, solo asegúrate de trabajar lentamente con tu perrito para vencerlo.
Cuanto antes empieces, más fácil será para él entender y superar el problema, aunque esto se puede hacer a cualquier edad.
Espero que estos consejos te ayuden a ti y a tu perrito a superar este problema en particular.
Hasta la próxima, padres de mascotas.