Ya que todos los hijos de la familia Petito ya han crecido, no tenían realmente planificado entrar de lleno en el espíritu de Halloween.
Sin embargo, no todos los miembros de la familia habían renunciado a la tradición aún.
Época Espeluznante
Aunque la familia no planeaba adornar su casa al más puro estilo espeluznante, empezaron a encontrar decoraciones de Halloween aleatorias alrededor de su jardín delantero y porche.
Cosas como calabazas, figuras de fantasmas y lápidas de poliestireno simplemente comenzaron a aparecer de la nada.
Al intentar descubrir quién estaba trayendo estos objetos, la familia descartó a su perro, Bear, ya que recientemente le habían puesto un cono.
Aparte del cono, el patio trasero también está cercado sin una salida obvia. Pero, Bear logró encontrar una.
Entrando en el Espíritu
El misterio se resolvió una noche cuando la cámara del timbre de los Petito notificó a la familia que había movimiento en su jardín.
Cuando revisaron las imágenes de la cámara, ¡tenían algo que ver!
“Cuando abrí la puerta, Bear estaba allí, todo orgulloso, con una lápida de poliestireno, moviendo su cola,” dijo Jennifer Petito.
Era Bear todo el tiempo.
Después de investigar un poco, la familia descubrió un agujero que fue cavado debajo de la cerca trasera, lo que no solo le permitía pasar, sino que también el cono.
Nos tomó un tiempo descubrir cómo seguía saliendo.
La familia también descubrió que todas las decoraciones pertenecían a sus vecinos.
Y, siendo los buenos vecinos que son, tomaron fotos de los artículos y las publicaron en un chat grupal local para que pudieran ser devueltos a sus legítimos dueños.
Los vecinos han sido geniales hasta ahora. Todos piensan que es gracioso.
Palabra Final
Con la esperanza de terminar su racha de robos y asegurarse de que las decoraciones de sus vecinos permanezcan, taparon el agujero que Bear usaba para escabullirse.
Acabamos de instalar [una nueva cerca] el otro día. Así que, con suerte, las decoraciones de Navidad de todos estarán a salvo.
Aunque Bear fue atrapado con las manos en la masa, aún logró transformar lo que se suponía que iba a ser un Halloween bastante aburrido en el más memorable para la familia Petito.